Desde 1997 la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil promueve esta celebración en recuerdo del incendio de la Biblioteca de
Sarajevo durante el conflicto de los Balcanes en 1992. Tras este brutal
ataque, el médico e historiador croata Mirko D. Grmek acuñó el término
memoricidio para definir la destrucción de la memoria y el tesoro
cultural del “otro”, del adversario.
Bibliotecas públicas, privadas, universitarias, especializadas,
escolares, nacionales, móviles… Todas ellas albergan grandes tesoros, y
destruirlas o no protegerlas, que viene a ser lo mismo, es un
memoricidio a pequeña o gran escala.
Y una de las mejores maneras de protegerlas es darlas a conocer,
abrir sus puertas, mostrar sus rincones más escondidos, extraer sus
documentos de los fríos estantes y ponerlos en manos de los lectores. Y,
sobre todo, hablar y hacer que se hable de ellas.
Por eso es tan importante este día y las celebraciones que se proponen desde diferentes ámbitos. |
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